jueves, agosto 18, 2005

Uvas

Sin riqueza ni pobreza,
sin sabiduría ni ignorancia,
eres como Amor,
un Daimón eterno sin principio y sin fin,
y saltarás tú, geniecillo rebelde,
sobre nuestras cabezasy allí te perderás, sobre estrellas fugaces,
sobre potros celestes.

Engendras y procreas,
sonríes y trasciendes;
te extiendes tú, mortal, a través de lo inmortal,
pero qué hay de nosotros, qué hay de tus hijos,
ahora que te has ido no tenemos un hogar,
si acaso un tonel y una botella traicionera.

Y a pesar de todo esto,
no puedo sino amarte,
mordaz, temible pero afable,
maestra imaginaria, Diotima ignorante,
Medea bondadosa.

Gracias bacanal, gracias por tu sangre,gracias por tu vino...

Al igual que tú, Caos nunca murió.


2003