a Francia
Cuéntame tus revoluciones, tus artes y filosofías, tierra del artificio, tierra de las mentiras más dulces, tú que siempre has sido un hogar para exiliados, dulce siempre y cuando se atreva aquel a soñar dentro de ti, pero amarga y dura para quienes buscan verdades en tu alma, para quienes se enamoran de tu suelo, aquellos que creen necesitar entender tu idioma.Tratar de volverse francés es como soñar con focas que corren praderas. Uno nace francés aunque lo haga en Kuwait, se es fránces cuando se es un exiliado y desde el exilio se aprende a amar, cuando se hace del exilio una patria. Se es francés cuando todo lo que respiras sabe a vino, queso y jamón, cuando todas las mujeres que conoces pueden ser amantes, cuando cada vez que entras a una habitación cierras la puerta que has cruzado, cuando la gloria huele a sospecha y los heroes a miseria. Ser francés es caminar en París sin entrar en la torre Eiffel o al Louvre, sentirse extranjero cuando estás en casa.
Déjame besar tu suelo tierra muerta, hueca bajo la superficie, escéptica, indolente ante las tragedias, a la que nada sorprende ahora.
Canto para que no me escuches, escribo para que no me leas, para que me ignores y me niegues, pero que en secreto, mientras los demás cantan la Marsellesa, me ames en silencio y de tu boca llena de mentiras, maldiciones y locuras me dejes beber de tu leche de cabra negra.
Allez la France, Allez la Cruauté!
vive l'escriture...