martes, marzo 21, 2006

Dialéctica

Debo confesarte, aunque resulte casi irresistible
callar ante los silencios
lo fácil que resulta construirte sustituta de lo real,
y que tus ojos sean una respuesta a la luna
y que tu aliento sea una respuesta al otoño
y que tu piel sea una respuesta al sol
y que tu carne sea una respuesta a la tierra
y tu saliva una respuesta al océano
Pero así,
así como posees la capacidad de dejar sin voz al trueno
Ese supremo irrespeto que constituye
una pequeña mirada de tus dientes desarropados
no puede contestar a mi capacidad de mentir
Y un adverbio responde a tus sueños
Y un verbo responde a tu verdad
Y una pausa responde a tu llanto
Y una letanía responde a tu espera
Y una poesía responde a tu presencia

jueves, marzo 09, 2006

La voz del tiempo

42 segundos o 3 minutos o 32 años o 197 horas o 6 siglos,
en todo momento mi daga será el minutero que rebana,
con un aire mendicante en los umbrales de un museo,
tu carne en finos pliegos que se hace papel de historiadores,
formando 455 páginas que dictan los ecos de tu deterioro.

En las 47 arrugas que se pronuncian en las manos de la tejedora
tras cada 365 días,
o contando las gotas que caen del techo
cada 24 horas
en la celda de éste o aquel preso.

En las mismas 2 horas que te hechas al mercado,
en esas mismas 2 horas en que Girondo agoniza en la cama de un hospital.

A mí me da igual...